El ejemplo es un excelente medio de aprendizaje, así es como Jesús acostumbraba acercarse a los menos letrados para llevar con facilidad sus mensajes. Compartamos una breve historia para reflexionar esta semana. 

Vive el presente.

Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: 

– Me han contado que eres muy sabio. Por favor dime, ¿qué cosas haces como sabio que no podamos hacer los demás? 

El anciano le contestó: 

– Bueno, para empezar, yo cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, solo hablo contigo. 

El hombre lo miró con asombro y le dijo: 

– Pero yo también puedo hacer esas cosas y no por eso soy un sabio.

Yo no lo creo así -replicó el anciano.

– Tú, Cuando duermes, recuerdas los problemas que tuviste durante el día, o te preocupas por los que podrás tener al levantarte.

– Cuando comes, estás pensando en qué harás después.

– Mientras hablas conmigo, estás pensando en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme antes de que termine de hablar. O me equivoco?

Moraleja: El secreto es estar consciente de lo que estamos haciendo en el momento presente, y así podremos disfrutar de cada minuto de nuestra maravillosa vida.

Y tú qué estás haciendo mientras lees este mensaje?